Hoy ha sido uno de los peores días de mi vida.
Esta misma mañana estaba ya decidido, era la situación perfecta. Todo apuntaba a que seguramente podría hacerlo sin que eso causara algún problema en mi vida. Pero como la vida siempre me ha tratado igual (que dramático me ha quedado), esta vez no iba a ser menos :(. Cuando llego a casa, como cada día cansado y cabreado por los gilipollas al volante, que me sacan de quicio y me dan motivos para convertirme en otro Manson.
Entro en casa, miro el estado de mi bonsai (mi otro niño) y veo que tengo que regarlo, asi que me voy para mi habitación a dejar los trastos y ¿que me puedo encontrar al pasar por delante del salón? No, no era una potada del gato (como 1124332432523532 veces «puto gato»), NO, tampoco era alguna revista porno olvidada que mi madre ha descubierto (si, aun vivo con mis padres, hasta que terminen la casa 🙁 ). Había una carta, gorda (ya sabeis gorda = mala, o¿era alreves?).
Pues si, no me faltaba razón al pensar que eran malas noticias, quizas de las peores que le pueden dar a un joven sin gastos y encaprichado…. era de hacienda. El famoso borrador, si ese que de borrador lo único que tiene es los que borra en mi cuenta. Bueno en definitiva, que me toca a pagar, y esta mañana estaba a punto de hacer el pedido de un flamante MacBook y menos mal que no tenía la VISA cerca, por que hubiera sido la putada madre!!
Lo mejor de todo es que me costaba exactamente lo mismo que he de pagar xDDD 1.068€ (1€ menos).
Bueno, me voy a acostar a llorar un rato.
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